La Piscina de San Pedro (Saint Peter’s Pool) es una piscina natural que se encuentra cerca del pueblo pesquero de Marsaxlokk en el sureste de Malta. Es una joya oculta de la isla. También es conocida como Hofra Iz-Zghira (El agujero pequeño).
Recordemos, a modo didáctico, que Malta no es una isla, si no un archipiélago, compuesto por 3 principales islas (Malta, Gozo y Comino).
Es un lugar escondido. Si no te han hablado de él o no te han indicado dónde está, no lo vas a encontrar.
A nosotros nos desveló el secreto, una camarera de un bar de Marsaxlokk, donde nos tomamos una cerveza porque hacía un calor de mil diablos.
Nos subimos a nuestro coche de alquiler y en 10 minutos aproximadamente (y después de equivocarnos y preguntar a un camionero local que, con mucha amabilidad, nos enseñó el camino) vimos un cartel y llegamos a un pequeño parking donde dejamos el coche.
Desde allí bajamos por un estrecho camino de piedras y arena (por el que mejor no ir con chanclas) y luego por unas escaleras cementadas a través de las cuales llegamos a la Piscina de San Pedro.
Dejamos nuestras toallas a la sombra, bajo un saliente de las rocas. Mis niñas se fueron a explorar el paraje. Yo empezé a hacer fotos. No había arena por ningún sitio.Todo eran rocas erosionadas por la fuerza del agua y el viento que creaban un paisaje lunar. Precioso y, a un tiempo, desesperado.
Ves a muchas personas saltando, desde diferentes alturas. Si has venido hasta aquí, tienes que atraverte a saltar. No obstante, existen escaleras por si te da miedo saltar o bajar al agua desde las rocas.
Las aguas son turquesas. Da gusto zambullirse en ellas. Salté desde un saliente (de los más altos, he de decir) y, luego, me bañé con mis niñas bajando por las escaleras (llenas de musgo y rodeadas por pececillos).
Me tiré desde donde lo hizo el chico que se ve arriba (al que congelé con mi cámara de fotos justo entrando en el agua).
He leído después (aunque yo no lo ví) que hay un señor famoso, llamado Pele, que es conocido en la zona por sus increíbles e impresionantes saltos. Al parecer va a St. Peter’s Pool todos los dias. Si váis preguntad por él. Yo no lo hice porque desconocía su existencia.
El snorkelling es muy recomendable (aquí y en toda la isla de Malta). Me puse unas gafas de bucear y admiré las profundidades de la Piscina de San Pedro, viendo numerosos peces y formaciones curiosas.
La gente tallaba sus nombres en la roca. Y, la verdad es que, sin que sirva de precedente, diré que tenía su lado estético.
Me sorprendió que alguien tallara el nombre del Muddy Waters, el gran músico de blues estadounidense.
Le pregunté la hora a unos chicos italianos que había a nuestro lado. Se había hecho un poco tarde. Antes de coger el coche en el parking, nos tomamos un granizado de limón y helados en una furgoneta que había aparcada a la entrada del camino de bajada. Supongo que sólo estaría en verano. Después del calor asfixiante maltés los refrigerios nos dejaron como nuevos.
Recogimos y pusimos rumbo a nuestro hotel, Dolmen Resort, en St. Paul’s Bay, la Bahía de San Pablo (el apóstol llevó el cristianismo a la isla alrededor del año 60 D.C. y el nombre de San Pablo está muy ligado a la isla de Malta). Habíamos pasado la tarde en la piscina privada de San Pedro y, ahora, dirigíamos nuestros pasos a la Bahía de San Pablo. Fue una tarde muy apostólica.
Para finalizar dos consejos: Uno, preguntad a la gente local por sitios que no estén en las guías (la mayor parte de las veces os sorprenderán, gratamente, los resultados) y, dos, si vais a Malta, no olvidéis daros un chapuzón en Saint Peter’s Pool.
Como siempre, tus correrías traen sorpresas que están fuera de los itinerarios oficiales, además de los consejos «domésticos» que servirán mucho al viajero curioso.
Muchas gracias recién conocido (y ya amigo). Al final este fin de semana no he podido hacer fotos ni recopilar material para un post de nuestro querido pueblo mútuo, de modo que, aguardaré a más propicia ocasión. Un abrazo fuerte.
¡Qué sitio tan especial! Está claro que merece una visita 🙂
Gracias por tu comentario, Irene. Desde luego que merece una visita. Cuando vayas al sur de la isla, el mismo día que visites Marsaxlokk puedes ir a la Piscina de San Pedro. Si vas a Marsaxlokk, por cierto, es una muy buena opción comer pescado fresco recién cogido ese mismo día en la Bahía de Marsaxlokk. Nosotros lo hicimos y el pescado estaba buenísimo (yo me tomé una dorada espectacular). Y después de comer, un cafetito y a pasar la tarde a Saint Peter’s Pool y luego a cenar a St. Julian’s o La Valletta o la Bahía de San Pablo. Lo bueno de Malta es que, al ser una isla tan pequeña, en un mismo día te da tiempo a hacer un montón de cosas. Gracias de nuevo y ya sabes que eres siempre bienvenida a El hombre que viaja.