Lo primero que sientes al callejear por Hanoi, la capital de Vietnam, es miedo a ser atropellado. A los pocos minutos aprendes el ritual. Es sencillo. Tú cruzas y las motos te esquivan. Ese bullicio iniciático, ese desfile de ruido, se transforma en serenidad y paz al entrar en El Templo de la Literatura (o Van Mieu en vietnamita).
El templo fue edificado en el siglo XI por el rey Ly Thanh Tong en honor a Confucio.
Van Mieu fué la primera universidad de Vietnam. Y de ahí su importancia y su prestigio.
El templo es, en realidad, un complejo de edificios donde templetes y estatuas conviven con sosegados jardines en los que los estudiantes se relajaban.
La universidad estuvo abierta durante más de siete siglos y era legendaria por la dificultad de sus pruebas y exámenes.
El nombre de todos los estudiantes que «aprobaron» está esculpido en losetas de piedra que se apoyan sobre tortugas.
Al parecer existe la tradición de acariciar la cabeza de las tortugas porque otorgan sabiduría (aunque también he leído que dan suerte).
Todo el perímetro del templo está rodeado de muros de ladrillo. Una coraza, real y simbólica, frente al exterior.
En sus orígenes sólo la nobleza y la alta sociedad tenían acceso a la universidad pero, con el paso de los años, los estudiantes brillantes también obtuvieron semejante privilegio.
Al parecer, el diseño del Templo de la Literatura se construyó siguiendo los principios fundamentales del feng shui. Es algo que, si te fijas, lo adivinas, aunque sea de forma intuitiva. Hay como un orden interno, no dibujado, un orden que no aciertas a adivinar, pero sabes que está ahí.
El Templo de la Literatura fue nombrado Monumento Nacional en 1980 y en 2010 declarado Patrimonio Histórico y Cultural Especial.
Aunque la mayoría de los vietnamitas son budistas, muchos comparten creencias confucionistas y hacen en el templo sus ofrendas.
Por último, una curiosidad: el Templo de la Literatura está impreso en el reverso de los billetes de cien mil dongs vietnamitas.
Si vas a Hanoi después de zascandilear por toda la ciudad, concédete un pequeño descanso en el Templo de la Literatura.
Tus pies y tu espíritu te lo agradecerán.
Me ha encantado este sitio, y seguro que a mi hermana le fascinaría, le voy a pasar el enlace de este post para que se lo lea, porque va a alucinar!!!!
Un saludo y nos leemos, te esperamos por nuestro blog!
Muchas gracias. Espero que a tu hermana le guste. Os sigo en Twitter y Facebook y echaré un vistazo a vuestro blog. Gracias por incluirme en «Blogs que seguimos». Un placer conoceros. Gracias de nuevo y un abrazo fuerte.
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Gracias Mamá. Me alegro de que seas mi admiradora más incondicional, jajaja. Un beso muy grande.