EL VALLE DE LOS REYES: LA GRAN NECRÓPOLIS
El Valle de los Reyes en Luxor, conocido popularmente por los egipcios como el Gran Campo, es una necrópolis del antiguo Egipto. Se ubica en la antigua capital de Tebas y allí es donde están enterrados la gran mayoría de los faraones del Imperio Nuevo (dinastías XVIII, XIX y XX), así como nobles, reinas y principes. Está en la orilla Oeste del Nilo y se compone de dos valles: el Valle Este y el Valle Oeste o Valle de los Monos. El Valle está coronado por la montaña de Meretseger, cuya cima tiene forma de pirámide natural. El Valle de los Reyes está ampliamente arraigado en la mentalidad colectiva a través de libros, leyendas, narraciones y películas.
Era tan temprano que los ojos aún me pesaban. Nos habíamos levantado a una hora nada razonable. Hacía frío. Estábamos adentrándonos en un lugar inhóspito, árido y montañoso. Apenas había turistas. Aquello podía ser algún paraje perdido de Marruecos o algún territorio seco y pedregoso de Almería. Sin embargo, aquello era el Valle de los Reyes.
Si yo fuese un saqueador de tumbas, perspicaz y avispado, pasaría de largo. ¿Cómo diablos un faraón iba a querer enterrarse aquí?. No había grandiosidad, no había ostentación, no había nada. Los pastores o ladrones podrían querer esconder queso, pieles o pequeños botines aquí. Pero, ¿un faraón?.
EL VALLE DE LAS REINAS
Al sur se encuentra el Valle de las Reinas donde se enterraban a los familiares de los faraones. Se declaró Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. Las tumbas están numeradas de acuerdo al orden en que fueron descubiertas. La última la del joven y archifamoso faraón Tutankhamon, la número 62. En todas pone un número y, después, KV, Kings Valley.
¿POR QUÉ ENTERRARON ALLÍ A LOS FARAONES?
Lo sé. Te estás preguntando: ¿Por qué los enterraron allí?. La respuesta es lógica. Los faraones estaban cansados de los robos y saqueos en las pirámides. Buscaban un sitio de acceso complicado, difícil de encontrar, donde sus restos descansaran eternamente. Sin ser molestados por la codicia insana de los ladrones. ¿Lo consiguieron? Claro que no. Todas las tumbas sin excepción fueron saqueados. ¿Todas?. Bueno no. Todas menos una, la de Tutankhamon. Como si la historia quisiese demostrar la gloria de los faraones preservando al menos una muestra de su esplendor, el faraón adolescente, espero, pacientemente, a que el infatigable Howard Carter diera con su tesoro en 1922.
LAS TUMBAS
En el Valle de los Reyes hay más de 60 tumbas y es posible que se descubran más. De hecho la de Tutankhamon se halló por pura casualidad. Algunas tumbas perdieron su virginidad en un pasado remoto e ignoto. Más tarde, ya en el siglo XIX, un pequeño gran hombre, Napoleón, puso de moda Egipto. Y Europa también saqueó. El Museo del Louvre compite con el Museo del Cairo en objetos del antiguo Egipto.
Está prohibido fotografiar el interior de las tumbas. Yo no hice ninguna fotografía dentro. Si queréis ver alguna en Internet hay cientos. Buscad en Google.
En el exterior puedes tomar las fotos que quieras. Aunque, francamente, no hay mucho que fotografiar. No todas las tumbas están abiertas y se pueden visitar. Sólo están disponibles para el público unas pocas. La entrada normal para turistas da derecho a visitar 3 tumbas. La de Tutankhamon requiere una entrada especial. Entre otras destacan la de Ramses II, Ramses IV o Tutmosis III.
¿QUÉ HAY DENTRO DE LAS TUMBAS?
Pues hay relieves y pinturas que representan escenas del Libro de los muertos y otros textos funerarios. ¿Estaban allí por algo? Sí. Eran una suerte de mapa del otro mundo para los faraones. Les decían qué tenían que hacer, cómo y dónde.
Una guía de viajes pintada en las paredes.
Para que algunos duden de la importancia de los que nos dedicamos a los viajes.
Fue un lugar que me encantó cuando visité Egipto. Además, pude ver la momia de Tutankhamon que por entonces estaba expuesta en su propio sarcófago.
Por cierto, que a nadie se le ocurra hacer fotos que aunque no lo creáis, están vigilando. A una compañera del viaje la pillaron y le quisieron poner 1000 libras de multa pero «llegó a un acuerdo» con el guardia y por 50 libras no es la puso…
A mi me impresionó el contraste entre el exterior desértico y arenoso y, el interior, con las paredes de las tumbas ricamente decoradas. Se pueden hacer muchas metáforas al respecto. La tumba de Tutankhamon no la visité. Sí ví todo su tesoro en el museo de El Cairo. Lo que cuentas de la «mordida» me lo creo. En muchos países sucede. Gracias por tu comentario. Un saludo cordial.
Yo debo confesar que sí hice alguna foto 😛 jeje Muy interesantes las tumbas, pero me gustaron más los templos como el Ramesseum
A mi templos y tumbas, la verdad. Un abrazo amigo y gracias por los comentarios.
Precioso sitio. Poder disfrutar de estas maravillas no tiene precio. Que buenos recuerdos .
Estoy de acuerdo, María. Son experiencias que no tienen precio. Un abrazo fuerte.