El Symphony of the Seas de Royal Caribbean está lleno de curiosidades y cosas originales. Ahí van algunas:
1. La escultura comprimida de un Wolkswagen Beetle: es una pasada. Me encantó en cuanto la vi. Verdaderamente original. Al parecer es del artista indonesio Ichwan Noor. Este hombre ha aplastado y retorcido Beetles por medio mundo.
2. Los divertidos dibujos de algunos baños: están en varios baños del barco. No en todos. Había muchos de animales, pero, también, de viejecitas fumando o cosas desternillantes. He leído, en algún lado, que solo están en los baños de hombre. Mi mujer no advirtió ninguno en los baños de chicas.
3. Los barman robot que te servían bebidas: es el Bionic bar. Los camareros biónicos te pueden hacer cocktails clásicos o las combinaciones que tú le pidas. Es un espectáculo verlo. Los niños se quedaban embobados.
4. Cuadros sarcásticos, surrealistas u originales: estaban, sobre todo, en los pasillos de los camarotes. Fueron muchos los que me llamaron la atención. El de la foto de abajo es un buen ejemplo. Me los quedaba mirando y les hacía fotos. La gente que pasaba me observaba y pensaba: éste qué hará.
5. La cabeza gigante de pez abisal que es la entrada al tobogán Ultimate Abyss: no sé qué daba más yuyu, si tirarse por el tobogán de 9 plantas o meterse en la cabeza del bicho ese.
6. Una pista de patinaje sobre hielo: había oído que en los cruceros de hoy en día, hay de todo, pero, la verdad, una pista de hielo para patinar, ya me pareció la bomba. Hacían espectáculos (uno con música de rock, estilo Queen o los Rolling Stones, me pareció brutal). Se podía reservar, también, para patinar de forma individual o en grupos. Aunque había que ser rápido ya que se acababan las plazas enseguida).
7. Una mesa para jugar al backgammon: También había otra para echarse una partida de ajedrez o de damas. Solían estar vacías. Recuerdo que yo me aficioné a este juego en un viaje a Turquía. Mi mujer y yo jugamos mucho allí. Dicen que se originó en la antigua Mesopotamia.
8. Una especie de jardines colgantes de Babilonia en Central Park: Bueno, lo de jardines colgantes es un poco exagerado, jeje, pero, eso sí, había un mini jardín y un mini bosque, dentro del crucero y eso ya me parece reseñable. En algún sitio leí que había decenas de especies botánicas diferentes, muchas tropicales y exóticas. Era un sitio fantástico para desconectar y disfrutar de un poco de tranquilidad. Estaba muy concurrido.
9. Un tiovivo dentro del crucero: Me pareció curioso. Como era el primer crucero al que iba, pues igual están en casi todos y es de lo más habitual. No tengo ni idea. Como curiosidad, pregunté si me podía subir con mis hijas y me dijeron que sí, que claro, que si problema. Yo tenía miedo de romper uno de los caballitos.
Para una información más detallada: Symphony of the Seas Royal Caribbean
PD (de propina): Esta es para los amantes de la cerveza. Lo pregunté expresamente. La birra más grande, de mayor capacidad, que vendían en el crucero, era la Foster Lager, la australiana.